Bruselas prorrogará la suspensión de las reglas de disciplina fiscal hasta finales de 2023
La Comisión Europea ha propuesto este lunes que las reglas que limitan el déficit y la deuda públicos de los Estados miembro sigan suspendidas durante 2023 pero vuelvan a reactivarse en 2024, manteniendo activada la cláusula de escape del Pacto de Estabilidad y Crecimiento por el impacto de la invasión rusa de Ucrania, que se activó en marzo de 2020 por la pandemia.
«La prórroga de la cláusula general de escape hasta 2023 reconoce la alta incertidumbre y grandes riesgos en una situación en la que el estado de la economía europea no se ha normalizado», ha apuntado el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, en rueda de prensa.
En concreto, lo que propone Bruselas es que la cláusula general de escape del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, activada en marzo de 2020, siga vigente hasta que finalice el año que viene frente a la desactivación prevista para finales del presente ejercicio. Esto supone que los límites del 3% y del 60% del PIB para el déficit y la deuda, respectivamente, sigan congelados.
La Comisión Europea considera que se cumplen las condiciones para mantener esta salvaguarda en 2023 y desactivarla a partir de 2024 dada la incertidumbre generada por la guerra de Ucrania y los riesgos que implica para las perspectivas económicas, considerando el impacto en los precios de la energía y las roturas en la cadena de suministro.
«Proveerá espacio para que la política nacional fiscal pueda reaccionar rápido», ha indicado el vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, si bien ha apuntado que el Ejecutivo comunitario diferencia en sus recomendaciones fiscales entre países con alta deuda y con niveles deuda media o baja.
En este marco, Bruselas ha considerado que la extensión de esta cláusula proporcionará el espacio para que la política fiscal nacional reaccione con celeridad cuando sea necesario, a través de medidas temporales y específicas y con «la prudencia fiscal necesarias para garantizar la sostenibilidad».
En su intervención, Gentiloni ha subrayado que la Unión Europea se encuentra lejos de la normalidad económica y ha defendido la implementación de medidas previstas para mitigar la crisis energética.
En un paso más, el comisario de Economía ha abogado por una política fiscal «prudente» para el próximo año, que impulse los altos niveles de inversión controlando el gasto, y movilice tanto al sector público como privado no sólo para las transiciones verde y digital sino también para mejorar la autonomía estratégica y la defensa a nivel comunitario.
El objetivo de la decisión es que los gobiernos del bloque mantengan los estímulos económicos que desplegaron desde el inicio de la crisis para reactivar sus economías y salir de la crisis provocada por la pandemia.
El Ejecutivo comunitario ha apuntado que la activación de la cláusula de escape del Pacto de Estabilidad y Crecimiento en marzo de 2020 a raíz de la pandemia permitió a los Estados miembro reaccionar rápido y adoptar medidas de emergencia para mitigar el impacto económico de la COVID-19.
En un paso más la Comisión Europea ha apuntado que esta acción conjunta ha cimentado la recuperación económica en 2021, por lo que ha considerado que la implementación de políticas para mitigar el impacto del aumentos de los precios de la energía y apoyar a las personas que huyen de Ucrania contribuirá a lograr un posicionamiento fiscal expansivo de la UE en 2022.